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martes, 26 de abril de 2011

El abismo del ser humano



Leonid Andreiev, el exilio de la sombra. El olivo azul nos regala una colección de cuentos del ruso Andreiev. Y no es cualquier colección de cuentos, no.  La ilustración de una marcha Zombie. Es el principio de la oscuridad y el vacío que hoy nos acecha, si bien el escenario es muy distinto, la concatenación de esta serie de cuentos nos ofrece la posibilidad de contemplar al primer zombie de la literatura, Lázaro, cuya resurrección es el preludio de la carestía, la indagación de la sombra en la condición del ser humano, aflorando toda su crisis existencial, dando paso a la putrefacción de la vida y de todas las normas sociales que le rodean, siendo derrotadas por la penumbra de los ojos de un Lázaro más muerto que vivo, los ojos del abismo. Un itinerario marcado por el suicidio o la magistral narración de cómo la belleza puede ser agredida hasta la violación trazando un juego de metáforas y paisajes que no por cotidianos carecen de una asombroso factor sorpresa. Andreiev, maestro del cuento. No carente de sátira y sarcasmo, este escritor de la oscuridad se me antoja necesario para denostar y desenmascarar a tanto vampiro y zombie de tres al cuarto que anda suelto por ahí. Literatura, cada cuento de Andreiev es una magistral clase de literatura, si me apuran hasta del lirismo más contemporáneo que se pueda leer en la actualidad, que ya es mucho decir, claro. Estupefacta estoy aún, tras la lectura de este  libro, seguiré buceando en este autor, pues me ha parecido excepcional en todo su contexto. Y eso que ando a punto de acabar mi última lectura: El ladrón de Morfina, por recomendación de una buena amiga, pero hasta llegar a Mario Cuenca Sandoval, recomiendo echar un rato con el ruso de aspecto peligroso y delirante y oscura prosa.Quién lo hubiese pillado en su momento...


El abismo.
Leonid Andreiev.
El olivo azul, 2010.
170 páginas.
PVP: 19€

sábado, 16 de abril de 2011

La educación física, que no gimnasia...



Un contacto de facebook del sur de España me recomendó la lectura de un poemario de un tal Pablo Fidalgo. Me indicó que la lectura de este libro pondría cuerpo al vacío que en los primeros posts de este blog he ido apuntando tras una serie de lectura,s más o menos circulares, en torno a esa generación vacía que asola la literatura más actual. La Educación Física, de Pablo Fidalgo, es un apunte de cómo corporeizar ese vacío rellenándolo de amor e introspección vertida en el deseo, un libro que ha venido a complementarme, en cierta manera, a otro gran libro de poesía que leí hace mucho tiempo, El fósforo astillado, de Juan Andrés García Román. Puede ser que, influenciado por esa esa estructura de piezas a representar en un teatro, bien en modo operístico, bien en actos teatrales, la educación física supone un salto adelante respecto de otras tramas o oargumentos que cincurvalan el vacío. La Educación Física apunta directamente a un objetivo, el deseo, volcar el vacío en el deseo. No es tarea fácil, pero Pablo Fidalgo lo ha logrado en manera y forma sobresaliente, pues más allá de la libertad métrica de sus versos nos encontramos ante una oda a la juventud que ha servido para que el autor gallego forme parte del catálogo de una de las mejores editoriales de poesía en lengua española. ¿Qué es La Educación Física? Es bien sencillo, probablemente, el compendio que necesitaba la alctual poesía joven, o dicho de otra manera lo que en su momento supuso el Adiós a la época de los grandes caracteres, del  madrileño Abraham Gragera. Para una servidora, La educación física, junto al Fósforo Astillado, son el enexo de unión de la poesía de los nacidos a finales de los 70 con los poetas nacidos en las décadas de los 80 y los 90. Si bien, en breve haré un apartado para tratar esa antesala al relevo generacional de la mano de Elena Medel y Luna Miguel. Feliz passion week al personal.





La Educación Física.
Pablo Fidalgo Lareo.
Editorial Pre-textos, 2010.
88 páginas.
PVP: 12€

jueves, 7 de abril de 2011

De salmones, padres e hijos.




Girar la cabeza y golpearte, sin poder remediarlo, con un bloque de cemento. Sukkwan Island, la historia  de  un padre y un hijo. David Vann supera a su maestro McCarthy en una de las más brillantes narraciones del SXXI. Sin caer en tediosas y absurdas comparaciones con el Martin Eden de London o La carretera del citado Cormac, Sukkwan Island nos imparte una maravillosa lección de los problemas de comunicación entre padre e hijo y de la deshumanización global de las relaciones interparentales y paternofiliales en un escenario donde no se puede culpar a Internet. El devenir de Jim y Roy, la lección de supervivencia y la frenética lucha  No me cabe ninguna duda de que ha sido el fenómenlo literario del pasado año, muy por encima de cualquier contricante en los anaqueles. Destacar la pericia narrativa de Vann sería redundar en discursos literariamente correctos, propios de ABC, o similares medios de información vendidos a la reseña facilona y epatante. Sukkwan Island supone una fractura con todo lo anterior que cualquier amante de la lectura haya podido leer. Al iniciar la segunda parte de este libro pueden ocurrir dos cosas, primero, que la lectora (persona), cierre el libro para poder dormir tranquilamente, o, segundo, que la lectora (persona valiente), haga de tripas corazón y se adentre en la frenética historia de amor de un padre y un hijo que no le permitirá dormir durante varios días. Nightmare en Alaska. No, reducir o desprestigiar esta joya literaria a un gore posmodernista es depreciar la buena literatura que derrama en cada una de las páginas est desgarradora historia. Curiosamente, y desde otra perspectiva bien distinta, pero siguieno el hilo generacional del nuevo siglo, nos volvemos a encontrar ante una historia fundamentada en el pilar del vacío. Hay una diferencia de edad entre Tao Lin y David Vann que es palpable, pero ambos han apostado por el vacío en sus primeros libros desde dos escenarios totalmente distintos pero a la vez complementarios, a pesar de que la obra de Vann es de una consistencia que nada tiene que ver con el amigo Lin, el nexo común del vacío es algo que se revela en ambos manuscritos. Y lo mejor, lo mejor de todo, es que es una apuesta de una editorial  joven como Alfabia, se les escapó a Planeta o a Mondadori esta maravillosa obra de la literatura del nuevo siglo, imagino que muy pronto será llevada al celuloide, si bien, será imposible que el impacto que supone la lectura de Sukkwan Island cause en el espectador ese daño o golpe psicológico y moral que, como el directo al hígado del boxeador, provoca la inmersión literaria en este intrigante suceso literario que nos ofrece David Vann. Para algunos el drama existencia del año. Para mí, el ensayo lírico más lúcido sobre la existencia que esta jovenzuela ha leído hasta el momento.


Sukkwan Island.
Traducción: Daniel Gascón.
Alfabia, 2010.
176 páginas.
PVP: 18€


Lecturas cruzadas: Elegía, Suomenlinna, La carretera.

martes, 5 de abril de 2011

Fabián Casas y la voz extraña



Mucho se escribe y habla sobre poesía y estética.  Mucho se ha escrito sobre los poetas de lo cotidiano. Desde Nicanor Parra a Muñoz Rojas. Fabián Casas, el bonaerense Fabián Casas desde Horla City y otros, nos acerca al pueblo,  ahí reside el éxito de su poesía. Su  ahora hay música en las radios y el acontecimiento de las generaciones pasa con indiferencia sobre nuestros cuerpos, viene a reivindicarnos que la etiqueta, el cliché y el desfase generacional, al que suele someter la crítica a ciertos escritores, no es más que una marca de agua mineral, que tras ser vertida en un vaso deja la marca para ser, simplemente, agua, y como toda agua que se precie su fin es saciar la sed. Así es la poesía de Casas, en estos inicios de siglo donde los últimos resquicios del posmodernismo van tocando a su fin y las burbujas de Coca-Cola, los cítricos de Schweppes y la glucosa de Red Bull no dejan de engordar nuestras barrigas, el genial argentino nos ofrece un buche de agua. Brilla el lenguaje en la poesía de Casas dentro del itinerario que nos propone en esta compilación de su poesía, su ciudad del miedo en donde la voz extraña deja paso a un Cuervo que se reencuentra con su primera novia en Horla City o el recuerdo de la madre es presente en sus primeros escritos. Toda la poesía argentina de los 90 se refleja en este espejo que Casas nos regala. Casas, el poeta social, el narrador de los lemmings y otros, el amigo que llega desde el otro lado del charco y nos regala poesía común, dejando a un lado la retórica hilarante de los críticos más advenedizos que intentan convencernos de que el agua con gas mejora la digestión. Mientras tanto, él sigue a lo suyo, a vueltas con la voz extraña. El viaje del salmón en una época dura.

Horla City y otros. Toda la poesía 1990-2010.
Fabián Casas.
emecé. cruz del sur.
216 páginas.
PVP: 24€

Lecturas cruzadas: Nada es crucial, La tierra estéril, American Splendor.

sábado, 2 de abril de 2011

Facebook: la rebelión en marcha.





¿Rebelarse en Facebook o rebelarse contra Facebook?

Lo primero es posible, claro que sí, sólo se necesita organización, de hecho ahí está el fenómeno de la ciberturba.

Respecto a lo segundo, ¿es necesario rebelarse contra Facebook?, ¿a alguien le han puesto una pistola en la cabeza a la hora de abrirse un perfil en esta red social?

Probablemente, lo correcto sería llamar a la rebelión a través de Facebook, pero rebelarse ante una herramienta de comunicación libre y no sesgada por la política, ideología o religión, es decir, al contrario de lo que ocurre en las cadenas de televisión, me parece, cuando menos, un paso atrás respecto a las posibilidades de generar debates o canales de información a través de Internet.

Ahora bien, si vamos a entrar en un debate sobre privacidad o derechos de intimidad y de información personal respecto a esta base de datos tan maja que se está montando el amigo Zuckerberg, si nos ceñimos a eso, entonces, entramos en otro tipo de rebelión que trasciende a un debate de mayor calado.


La rebelión ha de empezar primero por un acto de concienciación y compromiso individual de la persona para con el colectivo. El futuro nos concierne a cada uno de nosotros. Hacia dónde queremos que vaya ese futuro, es decir, la construcción de esa autopista llamada futuro, es responsabilidad, y quisiera recalcar este concepto de responsabilidad, de una sociedad tildada de (pos) moderna pero cuyas estructuras siguen siendo la de hace dos siglos. Internet, Facebook, las redes sociales, es decir, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han de ser una de las herramientas en las que cimentar esa búsqueda. Internet no es el fin, sino el modo de alcanzar ese fin, como en otra época lo fueron los mensajes encriptados y cifrados pero con una salvedad, ahora todos podemos ser emisores y receptores de información. En la democratización de esa información mediante las redes sociales puede residir el éxito de una rebelión, nunca el fracaso, pues este último corresponde a la sociedad.

El principal problema reside en la falta de infieles a un sistema vacío en su fondo y muy jugoso en su forma. Sistema donde el capital intelectual es tildado de terrorista y dañino y el capital humano ha sido utilizado para meras labores de pastoreo.

Divisado el objeto de la rebelión: derrotar al capitalismo.

 Desde que Europa es la Europa por la que conspiraba Víctor Hugo (a la espera de que dentro de 400 años África sea ya Europa del Sur y se convierta en la superpotencia que tanto desea el movimiento "globalizador"), se hace mucho más difícil plantear una rebelión de facto. Volviendo a la calle, que es lo que pide este hilo, en lugar de pasarnos horas y horas discutiendo sobre cómo organizar la rebelión a través de las redes, creo, es necesario comenzar la misma a base de gritos. Ya no se grita como antes, sólo se grita en los estadios de fútbol. Nos da miedo gritar cabrón a los críticos literarios, a los políticos, a los curas, a los partidos políticos, a tu vecino, dentro de lo maleducada que está nuestra sociedad se guarda un respeto absurdo y casi cortés hacia aquellas instituciones, personas o decisiones que vejan nuestros derechos. Hay que gritar más, buscar un grito, crear un grito, ese grito es sencillo, gritar No luego, desde ese No, se puede comenzar a promover un movimiento. Resulta curioso que en España sólo haya unidad ante manifestaciones causadas por un atentado o por un logro deportivo. Es cuestión de alcance y la manipulación del alcance por parte de los medios de información de un hecho juega contra los intereses de promover una rebelión. Probablemente ahí está el camino hacia la misma, trasladar el modelo de movimiento social motivado por la repulsa terrorista-logro deportivo a un movimiento social derivado por la defensa de nuestros derechos-integridad de las personas. Yo confío en la aparición de líderes, algo de lo que carecemos en este nuevo siglo, se necesitan personas con capacidad de liderazgo para acometer la rebelión, todo ello ha de venir de la mano del compromiso, no es sencillo, no, pero la generación del SXXI no puede pasar a la historia por ser la generación del vacío. A día de hoy estamos construyendo la génesis de la ansiada rebelión.


(Intervención de una servidora dentro del hilo ¿Es posible llevar a cabo un auténtico acto de rebelión en Facebook?, del muro de Héroes Modernos en Facebook, Alpha Decay)