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martes, 5 de abril de 2011

Fabián Casas y la voz extraña



Mucho se escribe y habla sobre poesía y estética.  Mucho se ha escrito sobre los poetas de lo cotidiano. Desde Nicanor Parra a Muñoz Rojas. Fabián Casas, el bonaerense Fabián Casas desde Horla City y otros, nos acerca al pueblo,  ahí reside el éxito de su poesía. Su  ahora hay música en las radios y el acontecimiento de las generaciones pasa con indiferencia sobre nuestros cuerpos, viene a reivindicarnos que la etiqueta, el cliché y el desfase generacional, al que suele someter la crítica a ciertos escritores, no es más que una marca de agua mineral, que tras ser vertida en un vaso deja la marca para ser, simplemente, agua, y como toda agua que se precie su fin es saciar la sed. Así es la poesía de Casas, en estos inicios de siglo donde los últimos resquicios del posmodernismo van tocando a su fin y las burbujas de Coca-Cola, los cítricos de Schweppes y la glucosa de Red Bull no dejan de engordar nuestras barrigas, el genial argentino nos ofrece un buche de agua. Brilla el lenguaje en la poesía de Casas dentro del itinerario que nos propone en esta compilación de su poesía, su ciudad del miedo en donde la voz extraña deja paso a un Cuervo que se reencuentra con su primera novia en Horla City o el recuerdo de la madre es presente en sus primeros escritos. Toda la poesía argentina de los 90 se refleja en este espejo que Casas nos regala. Casas, el poeta social, el narrador de los lemmings y otros, el amigo que llega desde el otro lado del charco y nos regala poesía común, dejando a un lado la retórica hilarante de los críticos más advenedizos que intentan convencernos de que el agua con gas mejora la digestión. Mientras tanto, él sigue a lo suyo, a vueltas con la voz extraña. El viaje del salmón en una época dura.

Horla City y otros. Toda la poesía 1990-2010.
Fabián Casas.
emecé. cruz del sur.
216 páginas.
PVP: 24€

Lecturas cruzadas: Nada es crucial, La tierra estéril, American Splendor.

1 comentario:

  1. Me parece un autor de lo más interesante, buena y concisa reseña, Nella.

    Un saludo.

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