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domingo, 20 de noviembre de 2011

Días ordinarios



Jeymer Gamboa, un poeta, o tal vez un sintentizador de los días que pasan. En suma, un observador que en la vaguedad de los días encuentra un motivo para señalar un poema. Un acontecimiento. Más allá de sr el XI Premio de Poesía Emilio Prados. Su poemario quizás se hubiese adaptado a una editorial más independiente, pero la sorpresa nos ha hecho ver este gran poemario dentro de nuestra querida Pre-textos. El costarricense se suma a los escritores del vacío de este inicio de siglo XXI y nos acerca una diáspora de relatos diarios que ha convertido en poética personal. En las noches de verano/ el ventilador que cuelga del techo/ es un degollador de planes postergados. Gamboa atraviesa la psique del lector, le propone un juego de principio a fin donde, a veces, el reflejo nos daña la vista. Su verso es un analgésico necesario para la lírica actual donde encontramos una distorsión literaria entre el hallazgo, la rareza y la reinvención. Podemos decir que Jeymer forma parte del primer grupo, su capacidad para disfrazar el lirismo y vendernos el poema como un artefacto limpio y preciso nos asoma a un balcón al que merece la pena asomarse. En Días ordinarios, encontraremos la distancia más breve entre dos puntos: lector y poesía, mediante la destreza de este poeta. Jeymer Gamboa, una fuerte brisa cuya música de fondo nos abre los frascos de insulina necesaria para alimentar la poesía de esta nueva década.



Días ordinarios.
Jeymer Gamboa.
Editorial Pre-textos, 2010.
100 páginas.
PVP: 10€

Lecturas cruzadas: Potrillo, La voz a las tres de la madrugada, Color carne.

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